sábado, 18 de julio de 2009

COSTA CHICA...¿ COLOMBIANA?


Elizabeth Jijón

Cuando Licho Zavaleta, uno de los habitantes de una comunidad de la Costa Chica bajaba en su panga – uno de los nombres con que nos referimos a la piragua o canoa –por el río que comunica a Comaltepec con Cerro de las Tablas, encendía el motor de gasolina para hacer sonar su tocadiscos. Iba a tocar en algún baile en Las Tablas por el camino se deleitaba escuchando alguna cumbia o guaracha o charanga o cualquier ritmo de esos de Colombia, a cargo de los tales “Corraleros de Majagual”, por ejemplo. “El espejo del chinito”, “La cotorrita”, “El vampiro”, “La piragua”, “La burrita”, “Charanga costeña”, “Cumbian berita”, en fin, infinidad de canciones y títulos que olvido por negligencia memorial.

En la cancha de Las Tablas, jóvenes, niños, adultos y hasta los perros se alborotaban esperando la hora de la fiesta, regada y barrida la pista, los oídos atentos. Al percibir el más pequeño rumor de alguna nota musical de avanzada, los chiquitillos corrían a la playa, abajo del remanso, para esperar al “músico” del tocadiscos. Después llegarían los mayores por Licho y su máquina de sonidos. ¡Y hágase el baile ¡ Eran los últimos años de los sesenta.

Decía mi abuelo Tino, así llamado por algunos de los pobladores y originario de la comunidad El Pitayo, una comunidad de la Costa Chica, decía que la música de “Los Magallones” ya era vieja, anterior a ellos. Si uno se entera que “Los Corraleros de Majagual” cantaban “Festival de Guararé”, puede decir con certeza que es el mítico “Cuararé de los huehuetecos”, la cual es deformación fonética del “Guararé panameño” que cantan los colombianos y otros que no viene al caso incluir, sobre todo porque no existe en nuestra geografía lugar con ese nombre ni sustantivo o verbo o nombre propio o algo que le dé un significado alternativo.

No se pretende restar importancia a la inventiva de Nacho y sus secuaces musicales, sino rastrear el origen de una palabra que cantamos y cantamos, sin entender bien qué quiere decir. Si lo anterior es cierto, en la obra de “Los Magallones” concurre, también, una presencia colombiana. Andando el tiempo, en los finales años de los setenta, “La Luz Roja de San Marcos” importó, desde el meritito Colombia, a uno de los músicos más importantes para la cumbia costeña. Aniceto Molina. Seguro es que llegaron también muchos más músicos colombianos y de otras latitudes; sin embargo, la digitación acordónica, el arrecho ritmo, el fraseo vocal y la picardía en las letras de las canciones de Aniceto son excepcionales. Su influencia ha sido y es tanta que hasta conjuntos jóvenes y de otros géneros musicales se han enriquecido bajo su tutela; pongamos por caso a “El Gran Silencio”, quienes lo reconocen y admiran.

Por lo anterior se puso el título a esta nota, ya que la Costa Chica tiene mucha influencia colombiana, pero también es cierto y preocupante que en la Costa Chica más o menos alrededor de diez años, cuando menos, la producción, el tráfico y el consumo de drogas ilegales llamadas estupefacientes ha crecido aceleradamente. Y no hablamos de mariguana y otras mariguanadas, sino de coca- no de la negra-, crack y XTC o éxtasis. No sé si técnicamente sea correcto hablar de producción de cocaína en la Costa Chica; quiero referirme al proceso químico que convierte a la pasta extraída de las hojas de la planta y es “cocinada” para convertirla en una sustancia inhalable, fumable o inyectable, normalmente adulterada o “cortada”.
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Julio del 2009

4 comentarios:

  1. Este texto fue escrito por Eduardo Añorve Zapata.

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  2. Hola Eduardo:
    Llegó a mi correo este artículo que lo consideré muy importante y le di entrada a esta página. Venìa precisamente con el crédito de Elizabeth Jijón.
    Saludos

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  3. En el Instituto Tecnológico de Tierra Caliente imparte clases el MC Gustavo Ballesteros Patrón de origen colombiano.El dice que no se siente lejos de Colombia porque es como si de ese país sudamericano una fuerza superpoderosa hubiese desprendido al territorio de Costa Chica y se lo hubiera puesto a México.-Es la misma gente, la misma música,los mismos gustos y la misma manera de hablar ves?hasta adoptaron a Aniceto Molina-.RDN desde Cd. Altamirano, Gro.

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  4. como siempre Eduardo Añorve Zapata tenia que meter su cuchara y en un sitio donde se respira paz, humildad, union entre paisanos pero ni modo siempre hay un prietito en el arroz.

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