JAIME LÓPEZ JIMÉNEZ
El estado de Guerrero se erigió el año de 1849. No se tiene conocimiento que se haya elaborado escudo o emblema que lo identificara, hasta el régimen del presidente Álvaro Obregón (1920–1924); y siendo secretario de Educación Pública el licenciado José Vasconcelos, este le encomendó al pintor muralista Diego Rivera la decoración de los interiores del nuevo edificio de la secretaría a su cargo.
Esta decoración consistía en plasmar trabajos inspirados en paisajes de las distintas regiones geográficas del país, pasajes de la Conquista de México, la Independencia, el Plan de Ayutla, la Reforma, el Agrarismo; y, además, los escudos de armas de los estados de la República.
Como en ese entones, nuestro estado no tenía escudo que nos representara, Diego Rivera encomendó al pintor Fernando Leal, uno de sus más cercanos colaboradores, hiciera un recorrido por el sur de México para conocer los antecedentes históricos, principalmente los códices prehispánicos que pudieran aportar los elementos necesarios para la elaboración del escudo del estado de Guerrero; y cuyas características están plasmadas hoy en nuestro emblema.
Es de advertirse que, antes de que se diseñara nuestro actual escudo de armas, en toda la documentación oficial del Gobierno del Estado de Guerrero, se utilizaba el escudo nacional.
Ahora bien, el año de 1949 siendo gobernador el general Baltazar R. Leyva Mancilla y dentro del marco conmemorativo de la celebración del primer centenario de la erección del Estado de Guerrero, el 29 de abril se lanzó una convocatoria para seleccionar la mejor representación del diseño de un nuevo escudo estatal.
El 2 de agosto de 1949 se publicó el Decreto número 31 en el Periódico Oficial del Estado, en el cual se adoptaba oficialmente el nuevo emblema guerrerense, surgido del concurso convocado. El nuevo escudo contempla en el centro la imagen de cuerpo entero del general Vicente Guerrero, sosteniendo con la mano derecha la bandera nacional y con la izquierda sujeta el machete suriano.
En la parte superior del escudo se inscribe la frase pronunciada por el libertador: MI PATRIA ES PRIMERO. En el centro de la frase se presenta una cabeza de caballero tigre, empuñando con la mano derecha una lanza en plan de lucha; y, en la parte inferior del escudo, se cruzan dos ramas como guirnaldas.
Posteriormente, en el régimen del licenciado Alejandro Gómez Maganda (1951–1954), y en razón del reciente descubrimiento en Ixcateopan de la tumba con los restos del emperador Cuauhtémoc por la antropóloga Eulalia Guzmán, el Congreso del Estado decretó adoptar nuevamente el anterior escudo del caballero tigre, considerando que ese diseño respondía con más fidelidad a la idiosincrasia del pueblo guerrerense. Lo anterior se hizo valer en el Decreto 41 fechado el 20 de diciembre de 1951; y publicado en el Periódico Oficial número 1, de fecha 2 de enero de 1952. La simbología en figuras y colores es la siguiente:
La parte superior del escudo está formada por un penacho de once plumas de colores. La diadema amarilla tiene una franja de color rojo que simboliza el poder.
Una caña o ácatl remata en la punta de una flecha sostenida por un arco. El fondo azul representa el cielo y el agua. El guerrero tigre sostiene en su mano derecha una macana en posición horizontal y en la izquierda una rodela o escudo con grecas de color rojo, verde, violeta y amarillo.
En la parte inferior de la rodela se observan nueve plumas colocadas en forma de abanico. En las manchas de la piel del guerrero tigre figuran las estrellas del cielo, en representación de Tezcatlipoca, Señor de la Noche. El escudo es un símbolo náhuatl y significa "capa del señor con poder".
Cabe señalar que actualmente, con el afán de estilizar las figuras de nuestro escudo, algunas personas que han tenido la oportunidad de intervenir en su manejo lo han deformado, por esa razón, indebidamente lo encontramos en diferentes diseños.
¡Hasta la Próxima..!
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