"LA AMÉRICA", emblema patrio en la Costa Chica
JAIME LÓPEZ JIMÉNEZ
A la caída del Imperio de Maximiliano en el siglo XIX, la influencia de la personalidad del presidente Benito Juárez provocó en México una fuerte corriente popular, que buscaba rescatar y exaltar los valores indígenas a nivel internacional. De esta manera surgieron las figuras de Netzahualcóyotl, Cuitláhuac, Moctezuma y sobre todo Cuauhtémoc, como emblemas patrios que nos dieran identidad nacional.
En ese entonces y en algunas regiones de la República Mexicana, se dio por conmemorar la Independencia Nacional, teniendo como centro de atención a la “América”, prototipo de la mujer indígena que representaba a todos los pueblos americanos conquistados por los españoles y que al final alcanzaron su libertad.
La “América” ha sido personificada por una bella dama mestiza, alta y de cuerpo sensual, de negra y larga cabellera modelo de nuestras aborígenes. Su tocado es a base de bellas plumas de pavo real o avestruz; y su atuendo diseñado a base de réplicas y figuras prehispánicas. Sus muñecas atadas por cadenas que al grito de ¡Viva la Independencia..!, esa bella dama las rompía como símbolo de nuestra anhelada libertad.
En aquellos tiempos se realizaba el desfile o paseo por las principales calles de las cabeceras municipales, hasta llegar frente al palacio, donde se desarrollaba patriótico programa en el que se hacían honores a los héroes que nos dieron patria: Hidalgo, Allende, Aldama, Jiménez, Rayón, Abasolo, Morelos y otros tantos.
En el trayecto del desfile, la “América” ha sido acompañada por tres bellas damas de la localidad que les llaman “Las garantías”, cada una luciendo en su atuendo uno de los colores de nuestra Enseña Nacional; así también la participación de la danza de Los Apaches, El Macho Mula, La Tortuga, El Toro de Petate, Los Tlaminques y el Tigre, entre otras tantas.
La “América” en esas épocas, efectuaba el paseo tradicional sentada en su trono sobre una carreta de madera, jalada por una yunta de bueyes, ya que no existían vehículos de motor; y rodeada de la algarabía de chicos y grandes, que remataba con el metálico toque de la música de viento.
En el transcurso de los años y a principios del siglo pasado, los mestizos descendientes de criollos, para no sentirse mal, buscaron la manera de incorporar a este evento la figura de la Reina como representante de la Madre Patria, y como símbolo de la unión de dos razas; llamándola Reina de las Fiesta Patria.
Es así como cada año, en toda la Costa Chica y en varias partes de la República Mexicana, se llevan a cabo los festejos de la Independencia Nacional, con la presencia de “la América” y la “Reina” de las Fiestas Patrias, con sus respectivos carros alegóricos.
¡Que viva nuestra Independencia Nacional; y que Viva México..!
¡Hasta la próxima..!
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jailo38@yahoo.com.mx
JAIME LÓPEZ JIMÉNEZ
A la caída del Imperio de Maximiliano en el siglo XIX, la influencia de la personalidad del presidente Benito Juárez provocó en México una fuerte corriente popular, que buscaba rescatar y exaltar los valores indígenas a nivel internacional. De esta manera surgieron las figuras de Netzahualcóyotl, Cuitláhuac, Moctezuma y sobre todo Cuauhtémoc, como emblemas patrios que nos dieran identidad nacional.
En ese entonces y en algunas regiones de la República Mexicana, se dio por conmemorar la Independencia Nacional, teniendo como centro de atención a la “América”, prototipo de la mujer indígena que representaba a todos los pueblos americanos conquistados por los españoles y que al final alcanzaron su libertad.
La “América” ha sido personificada por una bella dama mestiza, alta y de cuerpo sensual, de negra y larga cabellera modelo de nuestras aborígenes. Su tocado es a base de bellas plumas de pavo real o avestruz; y su atuendo diseñado a base de réplicas y figuras prehispánicas. Sus muñecas atadas por cadenas que al grito de ¡Viva la Independencia..!, esa bella dama las rompía como símbolo de nuestra anhelada libertad.
En aquellos tiempos se realizaba el desfile o paseo por las principales calles de las cabeceras municipales, hasta llegar frente al palacio, donde se desarrollaba patriótico programa en el que se hacían honores a los héroes que nos dieron patria: Hidalgo, Allende, Aldama, Jiménez, Rayón, Abasolo, Morelos y otros tantos.
En el trayecto del desfile, la “América” ha sido acompañada por tres bellas damas de la localidad que les llaman “Las garantías”, cada una luciendo en su atuendo uno de los colores de nuestra Enseña Nacional; así también la participación de la danza de Los Apaches, El Macho Mula, La Tortuga, El Toro de Petate, Los Tlaminques y el Tigre, entre otras tantas.
La “América” en esas épocas, efectuaba el paseo tradicional sentada en su trono sobre una carreta de madera, jalada por una yunta de bueyes, ya que no existían vehículos de motor; y rodeada de la algarabía de chicos y grandes, que remataba con el metálico toque de la música de viento.
En el transcurso de los años y a principios del siglo pasado, los mestizos descendientes de criollos, para no sentirse mal, buscaron la manera de incorporar a este evento la figura de la Reina como representante de la Madre Patria, y como símbolo de la unión de dos razas; llamándola Reina de las Fiesta Patria.
Es así como cada año, en toda la Costa Chica y en varias partes de la República Mexicana, se llevan a cabo los festejos de la Independencia Nacional, con la presencia de “la América” y la “Reina” de las Fiestas Patrias, con sus respectivos carros alegóricos.
¡Que viva nuestra Independencia Nacional; y que Viva México..!
¡Hasta la próxima..!
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