AMUZGA con su telar de cintura
JAIME LÓPEZ JIMÉNEZ
Zacualpan.- Es un pueblo amuzgo cuyo nombre proviene del náhuatl que significa: “en el escondite”. Se llega en 40 minutos de la cabecera municipal, Ometepec, Guerrero; y tiene una altitud de 200 metros sobre el nivel del mar con una población de 5,000 habitantes aproximadamente.
Como antecedentes históricos, los amuzgos estaban diseminados en los “bajos” o zona costera de la Costa Chica; pero a la llegada de los españoles y los grupos africanos, éstos hostilizaron mucho a los aborígenes que los obligaron a emigrar a otros lugares como Huajintepec, Huixtepec y Ometepec; y un pequeño grupo se estableció en lo que ahora conocemos como Cerro del Indio, municipio de Cuajinicuilapa; para después partir rumbo a Xochistlahuaca, estableciéndose definitivamente donde ahora se encuentran: Zacualpan.
Posteriormente, se supone que un grupo migratorio llegó a este lugar ya después de la conquista y fue el de los Yopes; que, desprendiéndose de los tlapanecos se establecieron primero en lo que denominaron Yopinzingo, al sur de Tlapa.
La raza yope, pueblo guerrero e indomable que nunca fue sometido ni por los caballeros mexicas, se reveló por tanto abuso de los invasores; y en 1531 atacaron a varios pueblos de la Costa Chica entre ellos: Ayutla, Azoyú, San Luís Acatlán, Cuautepec y otros más, matando a todos los españoles que encontraron y a los indios afiliados a los blancos, no dejando casa sin quemar.
Lo anterior propició que por órdenes de Hernán Cortés, se exterminaran a los yopes en donde quiera que se encontraran, y los pocos que quedaron se dispersaron más al sur rumbo a Oaxaca; y después de recorrer y sojuzgar algunas poblaciones de lo que hoy es Costa Chica, conquistaron Pinotepa Nacional, siguiendo su ruta a lo largo del Camino Real hasta llegar a Nicaragua, donde ahora se les conoce como Subtiabas.
En esta peregrinación de los yopes, llegaron a Zacualpan, sometiendo a los amuzgos heredándoles parte de sus costumbres, valentía y espíritu bravío. Esa es la razón de que los zacualpeños tienen un carácter diferente a los pobladores de la región.
Actualmente, organizan un ciclo ritual de fiestas, dedicadas al Señor Santiago, San Miguel, San Pedro, Santa María, la Virgen de Guadalupe, San Nicolás y Día de Muertos. Para la organización de estas fiestas, el pueblo nombra a sus mayordomos.
En Zacualpa hay mucho maguey de ixtle, muy bueno y resistente para la elaboración de hamacas, reatas, cordeles, redes de toda clase, costales, tapetes, etc.
El mestizaje les ha hecho variar sus costumbres. Han dado mucho resultado también, las cruzadas o misiones culturales desde la época de José Vasconcelos, siendo Secretario de Educación y Presidente de México Álvaro Obregón, y posteriormente con el Presidente Lázaro Cárdenas; pues en este pueblo amuzgo existen ahora muchos maestros bilingües y profesionistas.
Para el visitante, ofrecen una amplia gama de frutales, pues su clima fresco y agradable da lugar a la producción de mameyes, cuajinicuiles, pomarrosas, naranjas, guanábanas, cañas de azúcar, cocoteros, etc.
Desde la antigüedad en lo patios de las casas, tenían sus telares de cintura como cientos de años lo hicieron sus abuelos prehispánicos; y muchas de sus mujeres saben hilar el algodón y tejer sus mantas. Las colchas, manteles, servilletas, rebozos y huipiles son muy solicitados.
Hay muchos hogares donde se pueden adquirir toda clase de prendas elaboradas por ellos; y desde luego a bajos precios, pues son del fabricante al consumidor.
Independientemente de la adquisición de artesanía textil, su carretera presenta paisajes muy bonitos para aficionados y profesionales de la fotografía y pintura.
¡No dejes de visitarlos..!
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JAIME LÓPEZ JIMÉNEZ
Zacualpan.- Es un pueblo amuzgo cuyo nombre proviene del náhuatl que significa: “en el escondite”. Se llega en 40 minutos de la cabecera municipal, Ometepec, Guerrero; y tiene una altitud de 200 metros sobre el nivel del mar con una población de 5,000 habitantes aproximadamente.
Como antecedentes históricos, los amuzgos estaban diseminados en los “bajos” o zona costera de la Costa Chica; pero a la llegada de los españoles y los grupos africanos, éstos hostilizaron mucho a los aborígenes que los obligaron a emigrar a otros lugares como Huajintepec, Huixtepec y Ometepec; y un pequeño grupo se estableció en lo que ahora conocemos como Cerro del Indio, municipio de Cuajinicuilapa; para después partir rumbo a Xochistlahuaca, estableciéndose definitivamente donde ahora se encuentran: Zacualpan.
Posteriormente, se supone que un grupo migratorio llegó a este lugar ya después de la conquista y fue el de los Yopes; que, desprendiéndose de los tlapanecos se establecieron primero en lo que denominaron Yopinzingo, al sur de Tlapa.
La raza yope, pueblo guerrero e indomable que nunca fue sometido ni por los caballeros mexicas, se reveló por tanto abuso de los invasores; y en 1531 atacaron a varios pueblos de la Costa Chica entre ellos: Ayutla, Azoyú, San Luís Acatlán, Cuautepec y otros más, matando a todos los españoles que encontraron y a los indios afiliados a los blancos, no dejando casa sin quemar.
Lo anterior propició que por órdenes de Hernán Cortés, se exterminaran a los yopes en donde quiera que se encontraran, y los pocos que quedaron se dispersaron más al sur rumbo a Oaxaca; y después de recorrer y sojuzgar algunas poblaciones de lo que hoy es Costa Chica, conquistaron Pinotepa Nacional, siguiendo su ruta a lo largo del Camino Real hasta llegar a Nicaragua, donde ahora se les conoce como Subtiabas.
En esta peregrinación de los yopes, llegaron a Zacualpan, sometiendo a los amuzgos heredándoles parte de sus costumbres, valentía y espíritu bravío. Esa es la razón de que los zacualpeños tienen un carácter diferente a los pobladores de la región.
Actualmente, organizan un ciclo ritual de fiestas, dedicadas al Señor Santiago, San Miguel, San Pedro, Santa María, la Virgen de Guadalupe, San Nicolás y Día de Muertos. Para la organización de estas fiestas, el pueblo nombra a sus mayordomos.
En Zacualpa hay mucho maguey de ixtle, muy bueno y resistente para la elaboración de hamacas, reatas, cordeles, redes de toda clase, costales, tapetes, etc.
El mestizaje les ha hecho variar sus costumbres. Han dado mucho resultado también, las cruzadas o misiones culturales desde la época de José Vasconcelos, siendo Secretario de Educación y Presidente de México Álvaro Obregón, y posteriormente con el Presidente Lázaro Cárdenas; pues en este pueblo amuzgo existen ahora muchos maestros bilingües y profesionistas.
Para el visitante, ofrecen una amplia gama de frutales, pues su clima fresco y agradable da lugar a la producción de mameyes, cuajinicuiles, pomarrosas, naranjas, guanábanas, cañas de azúcar, cocoteros, etc.
Desde la antigüedad en lo patios de las casas, tenían sus telares de cintura como cientos de años lo hicieron sus abuelos prehispánicos; y muchas de sus mujeres saben hilar el algodón y tejer sus mantas. Las colchas, manteles, servilletas, rebozos y huipiles son muy solicitados.
Hay muchos hogares donde se pueden adquirir toda clase de prendas elaboradas por ellos; y desde luego a bajos precios, pues son del fabricante al consumidor.
Independientemente de la adquisición de artesanía textil, su carretera presenta paisajes muy bonitos para aficionados y profesionales de la fotografía y pintura.
¡No dejes de visitarlos..!
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Junio del 2010
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