miércoles, 25 de marzo de 2009


La zona arqueológica de Monte Albán

·Un polo de atracción para el turismo
Monte Albán, la ciudad más importante de la cultura zapoteca que floreció durante la época prehispánica, es un imán para el turismo cultural. Se encuentra sobre un conjunto de macizos montañosos donde se unen los tres valles de Oaxaca: Etla al norte, Zimatlan al sur y Tlacolula al este.

Se sitúa a mil 900 metros sobre el nivel del mar. Las crestas de los cerros, al igual que las laderas, fueron cortadas y niveladas para construir los edificios copiando las formas de los cerros en sus construcciones: en las laderas se formaron terrazas, donde se construyeron las casas de mayor parte de los habitantes.

Los valles que circundan a Monte Albán favorecieron la obtención de recursos: plantas medicinales (yerba del cáncer, árnica, espule, etc.), frutos y semillas de plantas silvestres (pochotle, guaje, pitayo, tunillo, agave, entre otros), insectos comestibles (chapulines, chicharra, gusano de maguey, avispa) y animales de caza (conejo, armadillo, venado, codorniz).

También se obtuvo piedra cal y adobe para la construcción; barro para la elaboración de cerámica y otros productos, que con orgullo llevan el sello de los artesanos oaxaqueños.

Zona Arqueológica

Ciudad prehispánica, antigua capital de los zapotecos erigida sobre un conjunto de cerros en el centro del valle. Floreció entre los años 500 a.C. al 800 d.C. y fue una de las primeras en establecerse en Mesoamérica.

Sus fundadores provenían de comunidades del valle y hablaban una versión antigua del zapoteco. Llegó a tener hasta 35 mil habitantes. Esta zona llegaba a abarcar el territorio del actual estado de Oaxaca, el sur de Puebla y el este del estado de Guerrero. O sea, el área de la Costa Chica; de ahí que se tienen antecedentes de que la zona arqueológica de Piedra Labrada en el Municipio de Ometepec, Gro. fue un centro ceremonial del pueblo zapoteco.

Monte Albán es reconocida por su bella arquitectura, sus piedras grabadas y las urnas de cerámica gris que representan a sacerdotes ricamente ataviados, lo que denota la creencia en una vida después de la muerte. Todo ello fue encontrado en las casi 190 tumbas hasta ahora descubiertas.

Hacia el año 800 d.C. descendió el número de sus habitantes; sin embargo, el descubrimiento de la ofrenda de la tumba 7 demuestra que la ciudad continuó habitada y utilizada como lugar sagrado hasta la llegada de los españoles. En 1987 fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Fundación y Desarrollo

Monte Albán I (500 a.C.-100 a.C.): Desde su fundación, el sitio surge como el centro principal de poder político y económico de la región. Durante este periodo se inició la nivelación de la parte superior del sitio y la plaza central. Este período corresponde a la culminación y decadencia del mundo olmeca.

Monte Albán II (100 a.C.-250d.C.): Sus habitantes continuaron con la nivelación de la plaza; debido a los datos obtenidos de hallazgos arqueológicos, es evidente que tuvieron contacto con grupos mayas de Chiapas y Guatemala, de donde proviene el culto al murciélago.

Monte Albán III: Se refiere al periodo Clásico, marcando el apogeo de la cultura del valle, no sólo de la civilización que se asentó en Monte Albán sino que también tiene correspondencia con el desarrollo y apogeo de las culturas mesoamericanas.

Organización Arquitectónica de la Zona

La disposición de las construcciones es de norte a sur. En el centro de la planicie se localiza un amplio patio aplanado conocido como La Gran Plaza circundado por templos ceremoniales ubicados en el este y al oeste. Las construcciones más sobresalientes son la Plataforma Sur y el Complejo de la Plataforma Norte.

La gran plaza llegó a ser un espacio destinado al mercado que reunía a comerciantes que visitaban y se congregaban en Monte Albán, los cuales provenían de las regiones circundantes así como de zonas aún más lejanas. Se comercializaba todo tipo de productos entre ellos plantas, alimentos y objetos destinados a la veneración.

El peculiar diseño del edificio J hace que se destaque del conjunto circundante de edificios. Por la orientación de sus paredes y de sus pasillos, se estima con gran probabilidad que éste haya sido empleado como observatorio astronómico.

En el Templo y Galería de los Danzantes se encuentran marcados rasgos olmecas, donde se destacan bajorrelieves esculpidos en lápidas que decoran los basamentos y que representan a personajes en aparente movimiento.

Estelas

Existen en Monte Albán varias estelas que en su superficie contienen texto escrito en forma de jeroglíficos, los cuales no tienen representadas figuras animales ni humanas.

Éstas se ubican fuera de los edificios y se cree que tienen una influencia notablemente maya; corresponden primordialmente a un calendario en el que se logran distinguir entre ellos los representantes de los días meses o años.

Muchos de los jeroglíficos esculpidos representan números, los cuales permiten demostrar que los habitantes de la región ya poseían un gran conocimiento matemático y astronómico del cual se conoce muy poco.

Una de las estelas, la mayor de Monte Albán, mide aproximadamente seis metros de altura y está orientada astronómicamente, alineada perfectamente en dirección norte con la estrella polar.

Sus Tesoros

Entre los tesoros más importantes encontrados en Monte Albán se numeran los trabajos de oro, plata, turquesa, jade y hueso, descubiertos a través de las excavaciones realizadas en las tumbas zapotecas.

Y qué decir de los significativos hallazgos en la zona por parte del investigador Alfonso Caso y Andrade, que lo condujeron al descubrimiento en la Tumba No. 7 la cual describe un importante entierro ceremonial.

La zona arqueológica de Monte Albán –declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad– ofrece días de visita de lunes a domingo, en un horario de 8:00 a 17:00 horas.

Entre los servicios que se ofrecen destacan: unidad de servicios turísticos y culturales, museo de sitio del Instituto Nacional de Antropología e Historia, cafetería, estacionamiento, custodios y sanitarios.
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Fuente: CoNaCulta, México.

sábado, 21 de marzo de 2009


ESCUDO DE OMETEPEC

El escudo de armas de Ometepec, Guerrero, fue diseñado por el Lic. Jaime López Jiménez el año de 1992, previa convocatoria lanzada por el gobernador del estado Lic. José Francisco Ruiz Massiew.

Se describe de la siguiente manera: El sector se asienta sobre las pendientes de dos cerros; y de acuerdo a la toponimia náhuatl tenemos: ome, “Dos”; y tepec, “Cerros”. Por lo tanto el significado de Ometepec es: “Dos cerros”.

En la parte superior se aprecia un águila propia de la región, misma que entre los nahuas eran consideradas como mensajeras de los dioses, justificando con ello, el vínculo que tiene nuestro municipio con la mexicanidad y nuestro origen histórico, representados desde luego, en el Escudo Nacional.

También está considerada la etnia numérica en el municipio, en este caso los mestizos, que están representados por dos bailadores de la tradicional chilena y con atuendos propios de la región.

El sector del escudo es cuartelado. En la primera división y como figura de mucha relevancia apreciamos la imagen del Señor Santiago Apóstol, Santo Patrono de Ometepec. Agregando a lo anterior, que la primera población blanca española que se estableció en el lugar después de la evangelización, le llamó Santiago Ometepec.

Entre las danzas y mitos se pueden observar las más representativas: En la segunda división “LOS TLAMINQUES”, en donde aparece “EL TIGRE”. En la tercera, apreciamos “EL TORO DE PETATE” en honor a San Nicolás Tolentino. Estas danzas tienen sus orígenes en la época colonial; y hasta la fecha, son parte de la tradición y algarabía de chicos y grandes.

En la cuarta división, se manifiesta la presencia de la actividad económica principal, o sea, la agricultura y la ganadería; aspecto éste, básico también en la alimentación del municipio.

LEMA: En cuanto a la frase: “PAZ, UNION Y TRABAJO”, es la aspiración y meta de los habitantes de este municipio de Ometepec.

NOTA: El mes de septiembre de 1992, el Gobierno del Estado y cuyo titular del ejecutivo era el extinto licenciado José Francisco Ruiz Massiew; a través de la Secretaría de Desarrollo Social y el Instituto Guerrerense de la Cultura, lanzó la convocatoria para la elaboración de escudos, en aquellos municipios que carecieran de ellos.

En el caso de Ometepec, el trabajo elegido por el jurado calificador, fue el que se identificó con el pseudónimo de “COSTEÑO”, elaborado por el licenciado Jaime López Jiménez; y que actualmente es el escudo oficial de nuestro municipio.


Marzo del 2009






jueves, 19 de marzo de 2009

MUNICIPIO DE OMETEPEC

El nombre de Ometepec, proviene del náhuatl ome, dos; y tepec, cerros: “dos cerros”. Es localizado a los 330 metros sobre el nivel del mar, al sureste de la capital del Estado; y forma parte de la región Costa Chica de Guerrero.

La extensión territorial del municipio es de 1,100.6 metros cuadrados, que significa el 1.72% de la superficie estatal. Se ubica en los paralelos 16°32’ y 16°48’ de latitud norte; y entre los 98°13’ y 98° 31’ de longitud oeste respecto al meridiano de Greenwich. Limita al norte con el municipio de Tlacoachistlahuaca, al sur con el de Cuajinicuilapa, al este con el estado de Oaxaca y al oeste con el de Igualapa y Azoyú.

Existen 111 localidades en las que residen 63,209 habitantes. En la cabecera municipal que lleva el mismo nombre del municipio habitan 23,009 personas; en ella, más Acatepec, Cochoapa, Huajintepec, Huixtepec, Santa María y Zacualpan, se concentra el 70% de la población del municipio, de acuerdo a estimaciones para el año 2009, por el INEGI.

El 2.7% de la población habla lengua indígena, siendo el amuzgo el predominante, principalmente en las comunidades de Zacualpan, Cruz Verde II, Paso de Cuahulote, Arroyo de Barranca Honda, Cumbres de Barranca Honda, y Plan Juste; sin descartar en menor grado: Cerro Pájaro, Huixtepec, Cochoapa y La Guadalupe.

Habría que apuntar, que la población del municipio tiene tres componentes: indígena, negro y español, lo cual provoca que sus habitantes sean profundamente mestizos, producto del encuentro de estas tres razas diferentes, hoy enraizadas en estas tierras surianas.

Los recursos hidrológicos están integrados básicamente por los ríos Santa Catarina o Mazapa, y parte del río Quetzala. Arroyos: Barranca Honda, Zacualpan, Los Coches, Conejo, Atotonilco, Hontana, Coronado y Aguacate. De igual manera las lagunas: Charco de la Puerta, Las Iguanas, La Poza, Charco del Tule, Charco Grande, Charco Seco, Charco los Robles, Charco de la Espundia y Charco del Encanto.

Su orografía está integrada por un 60% de zonas accidentadas, las semiplanas ocupan un 30% de la superficie municipal y las planas comprenden apenas el 10%. Las elevaciones más importantes son el Cerro de Huixtepec, (un volcán apagado).

Los tipos de suelos son los llamados chenozem o negros, café grisáceos. Son aptos para la ganadería, sobre todo para la expansiva. 24.542 hectáreas se dedican a la agricultura, de los cuales el 95.2% son de temporal, 4.1% son de humedad; y solo 0.7% es de riego. Por otra parte, 17,512 hectáreas se destinan a la ganadería de agostadero. El clima existente está clasificado como cálido-húmedo, con temperatura media anual de 23° C. La dirección del viento casi todo el año es de suroeste a noroeste. El periodo de lluvias se extiende de mediados de junio a mediados de octubre, con una precipitación promedio anual de 1,100 milímetros cúbicos .

La vegetación se compone de selva baja y mediana caducifolia, encontrándose árboles como: la caoba, encino, parota, ébano, guapinole. Existen también maderas corrientes pero aprovechables como al cauyahue, hormiguillo, frutillo cerezo, cuaulote, drago, etc. En cuanto a árboles frutales destacan el guayabo, nanche, ciruelo, capulín, mango, naranja, limón,. lima, tamarindo, zapotes, entre otros.

La fauna del municipio se compone de tigrillos, gatos montés, jabalíes, mapaches, tejones, tlacuaches, zorros, onzas, venados, conejos, liebres, iguanas, patos silvestres, águilas, pichiches, chachalacas, garzas, loros, etc. En los charcos existen todavía lagartos.

Ometepec cuenta con una gran tradición cultural. Entre sus fiestas más importantes se pueden menciona las de Santiago Apóstol, patrono del pueblo, el Toro de Petate en honor a San Nicolás Tolentino, El Tigre y los Tlaminques, La Tortuga, Los Apaches, El Macho-Mula, Los Doce Pares, El Día de la Santa Cruz y la Semana Santa; sin descartar la Feria de la Expo- Ometepec, que año con año se realiza. El baile por excelencia es la tradicional Chilena, la cual se baila y se canta.

En materia de artesanías está la confección de camisas de chaquira, punto de cruz, talabartería, alfarería, juegos pirotécnicos etc. En la comunidad de Piedra Labrada se localizan vestigios prehispánicos que se identifican al tercer período de Monte Albán.

El territorio de Ometepec, antes de la conquista, estuvo habitado por indígenas amuzgos y mixtecos. Formaban parte de la provincia de Ayacaxtla cuya cabecera era Igualapa. Esta provincia fue gran parte de la Costa Chica, la cual comprendía desde el tranquilo cause del río Ayutla, al oeste; y Malinaltepec al norte, hasta limitar con el océano Pacífico por el sur.

Por lo tanto, en la época colonial Ometepec, pertenecía a la jurisdicción de Igualapa, que a su vez, dependía de la intendencia de Puebla. En 1789, las intendencias sustituyeron a las alcaldías, las cuales se constituyeron en partidos políticos. Al consumarse la Independencia de México en 1821, Ometepec, pertenecía a la Capitanía General del Sur, creada por Agustín de Iturbide.

El cuartel general de esa Capitanía, se encontraba primero en Chilapa y posteriormente en Tixtla. El año de 1824, al establecerse la República Federal, Ometepec pertenecía al Distrito de Tlapa y éste al estado de Puebla. Posteriormente en 1850, se constituye como municipio, siendo el municipio de Ometepec, uno de los primeros que conformaron el estado de Guerrero.

El 23 de febrero de 1868, se crea el Distrito Judicial de Ometepec abarcando los municipios de Ometepec, Cuajinicuilapa, Igualapa y Xochistlahuaca; el 20 de julio de 1873, se cambia al nombre del Distrito de Ometepec, por Distrito de Abasolo, en honor de Mariano Abasolo, insurgente de la Independencia Nacional. El 31 de mayo de 1875, el pueblo de Ometepec fue reconocido como villa.

Ahora bien, el 24 de diciembre de 1929, la villa de Ometepec es elevada al rango de Ciudad, mediante el decreto 130 firmado por el gobernador sustituto Luis C. Manjarrez y el secretario de gobierno Pablo Leyva. Dicho decreto entró en vigor el primero de junio de 1930. El general Adrián Castrejón, gobernador en turno, llegó a Ometepec para formalizar el acto, siendo presidente municipal el C. Roberto S. Añorve, o sea, Roberto Silvestre Añorve Jiménez.

Grande fue el júbilo de los ometepequenses, en esa memorable fecha. Todos los barrios adornaron sus casas y ofrecieron sus mejores danzas para el desfile popular, que se desplazaba en la calle principal. Impresionaba el estruendo continuo de los cohetes de china, cohetones y las cámaras de pólvora, la música de viento, las banderitas nacionales en todos los hogares por humildes que éstos fueran. Fue una entrega total de nuestro pueblo, para recibir la nueva categoría política como ciudad, que tenía ya, Ometepec.

Compilación:
Jaime López Jiménez Marzo del 2009
jailo38@yahoo.com.mx
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Fuentes:

Secretará de Gobernación, Enciclopedia de los Municipios de México, Estado de Guerrero, Tomo 6, 2000.
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Instituto Nacional de Geografía y Estadística, Censo General de Población y Vivienda, 2005.
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Instituto Nacional Indigenista, Indicadores Socioeconómicos de los Pueblos Indígenas,1995.
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Secretaría de Gobernación, Centro Nacional de Desarrollo Municipal, Los Municipios de México, Tomo 6, 2002.

--------Gela Manzano, Isaías Alanís, Ometepec Historia y Cultura, Grupo Editorial León, México, 1996.

martes, 17 de marzo de 2009


CANTO A LA COSTA CHICA
Introducción

Álvaro Carrillo es oriundo de la Costa Chica, que vio los paisajes de Pinotepa y de Ometepec como una misma tierra sin fronteras entre Oaxaca y Guerrero. Compositor internacionalmente reconocido, su universalidad tiene un arraigo regional. En el Canto a la Costa Chica revela su amor a lo inmediato y propio, es decir, a la luz que nutrió su mirada, al sonido que llenó sus cadencias y a las imágenes y sueños que nutrieron su romanticismo.

Él decía: “Soy oaxaqueño por nacimiento e hijo de crianza de la Costa Chica de Guerrero. Muy temprano despertó mi juventud y surgí a la adolescencia con los sentimientos de un niño y la madurez ardiente de un hombre del trópico.

Mi espíritu se nutrió con la savia de la floresta, respirando el aire montaraz y arisco que abre el alma costeña a los silencios infinitos de una soledad cósmica, haciendo más bravíos los fandangos y sofocantemente cálido el estallido de los “jolgorios”.

Por eso todas mis composiciones y este CANTO A LA COSTA CHICA tienen ese sabor tan especial de la región guerrerense, conservando los matices torrenciales de una escala musical, de policromado colorido.

Aquí estoy yo, ahora con mi CANTO A LA COSTA CHICA y mis recuerdos allá, a la sombra de los amates, en la brisa salobre y en la esencia de los aires saturados del olor del pápalo y del chián”.

CANTO A LA COSTA CHICA
Álvaro Carrillo

Morena cerrera de cuerpo cenceño
y alma cimarrona, Costa Chica mía,
deja que mi estro tripulando ensueños
pase el rubicón de hablar tu poesía,
tu poesía que es nube y es golpe roqueño,
tristeza, jolgorio, paz y rebeldía;
deja que la diga porque soy costeño,
porque yo la llevo, Costa Chica mía.

Te guardan aislada tus grandes montañas
montañas azules, hermanas del cielo
hechas con el barro de tu propia entraña
pero que estrangulan con maligno celo
el esbelto cuello de tu economía
mientras que tus hijos, como los atridas
se escarnian, se odian y en sus tropelías
vierten el alarde de su sangre estéril
sobre los redaños de tu geología
porque tus recuerdos a Moloch adoran
y porque es tu selva caja de Pandora
y aún así no mueres, Costa Chica mía.

No, tú nunca mueres, te protege un suelo
te acaricia un mar y te bendice un cielo
un suelo, una agencia de fertilidades y de infinitismos
un cielo, un evangelio
que derrama en tormo de tus liviandades
la verdad divina de tu catecismo
y un mar que es un manto
azul, que Dios puso en tu piel morena
para que acaricie suavemente el canto
de amor, con que dice la naturaleza
su enamoramiento, su pasión, su pena.

No, tú nunca meres porque estás bullente
en los cascabeles de tus tradiciones
porque hasta el brebaje de tus aguardientes
deja gotas bellas para mis canciones
para la chilena, que es entre tus sones
el arpegio cumbre que bailan los dioses
aquí en el Olimpo de mis pretensiones.

No, tú nunca mueres,
tu pueblo ha surgido de los peñascales
como águila brava, como salta un rayo
partiendo las brunas nubes fantasmales
que alzan los cataclismos en el mes de mayo.

Yo soy de ese pueblo, ingenuo, bravero,
yo me rifo todo cuanto suelto un gallo
y en los jaripeos
yo soy el primero
que le entra al jaleo
jineteando un toro, montando un caballo
o arrastrando el vértigo de una vaquilla
en la serpentina de la lechuguilla.

Yo soy de tu pueblo costa, de tu bando
cómo me parece que aún estoy mirando
pequeño, doctrino, en mis patrios lares
esas perlas grandes, esas ferias chulas
con sus juegos-danza de los doce pares.

La tortuga, el tigre y el feo machomula
amo el simulacro de las capitanas
y el vertiginoso juego de la iguana.


No, no se me olvida de tus fiestas nada
van en mi memoria
como hilas trincada a tu malacate
como rayas de oro que trazara el cohete
de un alebrestado toro de petate.

¡Oh! jirón de patria, solitario, arisco,
como los jaguares que trepan tus riscos
ya que me dejaste
el contentamiento de habla de tu poesía
deja que mi verso sea repique y trino
para tu ostracismo
o la cantinela de los pajarillos
para tu jauría
o la nebulosa estrella que derrama estrellas
para tus abismos

Y cuando tus hijos ya no sean atridas
cuando tus recuerdos hallen su picota
cuando se restañen tus arterias rotas
y queden tus grandes montañas vencidas,
que este mismo verso, metamorfoseado
diga el florilegio de un himno sagrado
de cuyas estrofas
pendan bucles de oro que besen tu frente
mientras que el brebaje de tus aguardientes
deje gotas chulas para mis canciones
para la chilena, que es entre tus sones
el arpegio cumbre que bailan los dioses
aquí en el Olimpo de mis pretensiones.

Marzo del 2009

http://www.costachicanuestra.blogspot.com





jueves, 12 de marzo de 2009

COSTA CHICA DE OAXACA

El Estado de Oaxaca, cuenta con ocho regiones bien definidas geográficamente: los Valles Centrales, la Sierra Norte, la Sierra Sur, el Istmo, la Mixteca, la Cañada, la región del Papaloapan y la Costa, las cuales presentan características muy propias atendiendo a su composición étnica, actividad económica y recursos naturales. La región de la Costa en Oaxaca la integran los distritos de Jamiltepec, Juquila y Pochutla.

Ahora bien, la Costa Chica con su identidad histórica, étnica, cultural, geográfica y económica, comprende desde el Puerto de Acapulco, Guerrero hasta Huatulco, Oaxaca.

La CostaChica oaxaqueña, abarca los distritos de Jamiltepec (24 municipios) y Juquila (12 municipios); mas parte del distrito de Pochutla. O sea, de Pinotepa Nacional a Huatulco.

La región costera de Oaxaca debe su nombre al litoral marítimo que corre desde el límite con Guerrero hasta poco antes del Istmo de Tehuantepec. Pero la llanura costera tiene un contorno muy irregular debido a que la Sierra Madre del Sur se acerca mucho al litoral, y sus contrafuertes la cortan formando tres micro zonas planas y una de lomeríos situada en el extremo oriental de Pochutla. En el distrito de Jamiltepec se observa una amplia zona de lomeríos que sirven de transición a las partes serranas situadas más al norte, pero en Juquila y Pochutla no hay tal transición, y la sierra deja muy escaso margen a la llanura costera.

El clima húmedo y la riqueza hidrológica hacen que sus suelos sean de gran fertilidad. En toda la región se realizan cultivos de temporal, sobre todo de maíz, pero también se cultivan el cacahuate, la sandía, el chile, el frijol, el ajonjolí y otros productos en menor escala. En los distritos de Juquila y Pochutla es significativo el cultivo de café, mientras que en las zonas bajas se producen limón y coco a nivel comercial, mamey, nanche, mango y papaya para consumo local.
La etnia más numerosa de la Costa Chica es la mixteca; y se concentra principalmente en el distrito de Jamiltepec, donde también habitan grupos importantes de tacuates y afromestizos. En el distrito de Juquila se ubica la etnia chatina, y en Pochutla habitan zapotecos. Sin embargo, la mayor parte de la población es mestiza.

En el distrito de Jamiltepec destaca la ciudad de Pinotepa Nacional con una población superior a los 20,000 habitantes, siendo el núcleo económico de la zona; su industria se refiere principalmente a establecimientos para obtener aceite de limón y a los aserraderos, además de concentrar la comercialización regional de ganado vacuno.

Otras ciudades importantes de la zona son San Pedro Pochutla y los centros turísticos de Puerto Escondido, Puerto Ángel y Huatulco.

Las actividades preponderantes de la población ocupada son la agricultura, la ganadería y la pesca, que en conjunto captan al 66%. Varios ramos le siguen en importancia: manufacturas (5.4%), construcción (3.4%), comercio (4.8%), transporte y comunicaciones (1.9%), administración pública (2.5%) y servicios turísticos (2.9%). Con menos del 1% están las actividades relacionadas con la electricidad y agua, servicios financieros y servicios profesionales técnicos.

El perfil cultural de la Costa Chica oaxaqueña es variado; y manifiesta una enorme riqueza en las áreas de danza, música y artesanías textiles. Las principales labores artesanales son huipiles, enredos o pozahuancos, servilletas y hamacas. Tanto las danzas afromestizas e indígenas como los bailes mestizos (chilenas de Pinotepa y sones de Pochutla, principalmente) desbordan ritmo y colorido. La combinación de los diversos componentes culturales de la región nos brinda una gran variedad de expresiones de carácter místico-religioso o profano, practicadas y conservadas como un importante elemento de identidad cultural de la región.
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Fuente: Gobierno del Edo. de Oaxaca
Marzo del 2009

domingo, 8 de marzo de 2009

COSTA CHICA DE GUERRERO

La República Mexicana está conformada por 32 Estados o provincias, entre ellos el estado de Guerrero, situado en la parte meridional del país, perteneciente a la región de Pacífico Sur. Limita al norte con los estados de México y Morelos; al sur con el océano Pacífico; al este con los estados de Puebla y Oaxaca y al oeste con el estado de Michoacán de Ocampo.

El estado de Guerrero se divide en siete regiones: Tierra Caliente, Zona Norte, Costa Grande, Costa Chica, Zona Centro, La Montaña y Acapulco de Juárez. En la Costa Chica existen tres Distritos Judiciales: Abasolo, Altamirano y Allende, con cabeceras en Ometepec, San Luis Acatlán y Ayutla respectivamente.

Población

En el siglo XIV los grupos más importantes que se localizaban en el territorio de la Costa Chica fueron, los mixtecos, yopis y amuzgos. Grupos autónomos locales, si bien posteriormente los olmecas y nahuas (aztecas), dejaron sentir su influencia sobre dichos grupos.

Actualmente en la Costa Chica de Guerrero, con antecedentes de esos grupos, tenemos tres lenguas indígenas: Mixteca, Tlapaneca y Amuzga.

La principal de ellas es la propia lengua amuzga, y cuyo número de hablantes es el mayor y el más característico. En menor densidad es la que corresponde al mixteco y algunos grupos tlapanecos. Por regla general a lengua propia de cada grupo indígena es la que corresponde a su origen étnico. Debe advertirse que la etnia de los tlapanecos, es originaria del estado de Guerrero y única en el país.

Por otra parte, los nahuas (lengua náhuatl), a pesar de que en el país y en el estado de Guerrero son los más numerosos como grupos étnicos, en Costa Chica son pocos y pequeños núcleos asentados en algunos municipios. Aunque tuvieron el domino sobre los mixtecos, tlapanecos y amuzgos, paulatinamente fueron desapareciendo de la región.

El mixteco, lo habla la población indígena de Ayutla de los libres, San Luis Acatlán, Igualapa, Tlacoachistlahuaca y Xochistlahuaca.

El tlapaneco, lo encontramos en los municipios de Ayutla, Azoyú, San Luis Acatlán, San Marcos y Tecoanapa, Cuautepec y Marquelia.

El Amuzgo, se localiza en los municipios de Ometepec, Tlacoachistlahuaca y Xochistlahuaca.

Por otra parte, a mediados del siglo XV, comenzó en la Nueva España el tráfico comercial de esclavos negros que perduró durante toda la colonización; y abarcó desde la costa sur de Estados Unidos, México, Centroamérica, América del Sur y desde luego las Antillas.

En el caso particular del estado de Guerrero, y específicamente la Costa Chica, el centro principal en el comercio de esclavos, fue Punta Maldonado (el Faro), municipio de Cuajinicuilapa, de donde el tráfico activo de desplazó al norte y al sur de las costas del Pacífico.

Debemos de considerar que la Costa Chica guerrerense, tiene el 80% de población mestiza, el 10% de población indígena y el 10% de afromestizos.

Municipios

La población está distribuida en 6.008 localidades en los 81 municipios que constituyen el estado de Guerrero. A la Costa Chica la integran 15 de esos municipios y son los siguientes:
Ayutla de los Libres, clima cálido. Producción: jamaica, cocos de agua, plátanos, piñas. Centro comercial con influencia interétnica, sábados y domingos. Población: (Censo 2000), 55,350 habitantes. Hay población mixteca y poca tlapaneca.

Azoyú, ubicado en la costa del Pacífico. Clima cálido. Maderas preciosas. Producción: maíz y frijol, plátanos, cocoteros, mangos. Población (2000), 32.400 habitantes. Hay población tlapaneca.

Copala, suelo llano, clima caluroso. Producción: maíz, frijol, papaya, plátanos, mangos. Yacimientos de carbón de piedra, pastizales, pescado y salinas. Población (2000), 13,060 habitantes. Algo de población afromestiza.

Cuajinicuilapa, municipio costero. Clima caluroso. Suelo de llanuras. Producción: maíz, frijol, mangos, chile, ajonjolí, plátanos, pastizales para engordar ganado, palmeras y pescado. Población (2000), 25,641 habit. Mestizos y afromestizos.

Cuautepec, ubicado al este de Acapulco. Relieve montañoso, con clima cálido. Producción: plátano, maíz, frijol, papaya, y mangos. Pastizales para engordar ganado. Población (2000), 15,156 habitantes. Mixtecos y tlapanecos.

Florencio Villarreal, (Cruz Grande). Terreno casi plano, con clima cálido. Producción: plátanos, jamaica, maíz y frijol, pasto para la ganadería. Población (2000), 19,061 habitantes. Influencia de población afromestiza.

Igualapa, clima cálido. Relieve semi-montañoso. Producción: maíz, frijol, plátanos, palmeras, tabaco, pastizales para ganado. Centro religioso, donde veneran al “Señor del Perdón”. Población (2000), 10,198 habitantes. Poca población mixteca.

Juchitán, ubicado en la costa del Pacífico. Suelo llano, clima cálido. Producción: maíz, frijol, palmeras de cocos, pastizales para ganado, pescado. Población: (2000) 6,536 habitantes. Fuerte influencia afromestiza.

Marquelia, municipio costero. Suelo llano, clima caluroso. Producción: maíz, frijol, plátanos, cocoteros, papaya, mangos; básicamente pescado y explotación de sal. Centro comercial. Población: (2000) 11,800 habitantes. Tlapanecos e influencia afromestiza.

Ometepec, región semi-montañosa. Clima cálido. Producción: cacao, mangos, zapote, ajonjolí y caña de azúcar. Población (2000), 50,356 habitantes. Centro comercial con influencia interétnica. Presencia de grupos amuzgos.

San Luis Acatlán, suelo semi-montañoso. Clima cálido. Producción: maíz, cítricos y sombreros de palma. Población (2000), 36,813 habitantes. Centro Comercial con influencia interétnica, los domingos. Población mixteca y poca tlapaneca.

San Marcos, a orillas del océano Pacífico. Producción: maíz, frijol, mangos, palmeras, plátanos, Pesca abundante y explotación de sal. Población (2000), 48, 782 habitantes. Influencia negra y poca tlapaneca.

Tecoanapa, suelo semi-montañoso. Clima cálido. Producción: jamaica, cocos de agua, maíz, frijol, mangos, plátanos. Población: (2000), 43128 habitantes. Influencia de grupos tlapanecos.

Tlacoachistlahuaca, relieve semi-montañoso. Clima cálido. Producción: maíz, piña, tamarindo, plátanos, caña de azúcar y panela. Población (2000), 15,696 habitantes. Influencia de grupos amuzgos y mixtecos.

Xochistlahuaca, ubicado al sureste de Tlapa. Relieve montañoso de clima templado. Producción: caña de azúcar, papaya, naranjas, mameyes, panela y cacao. Artesanía de textiles. Población (2000), 22,781 habitantes. Pueblo amuzgo con presencia de mixtecos.

JAIME LÓPEZ JIMÉNEZ jailo38@yahoo.com.mx
Marzo del 2009

miércoles, 4 de marzo de 2009


ESTADO DE OAXACA

Escudo del Estado de Oaxaca


GEOGRAFIA:
El estado Libre y Soberano de Oaxaca, fue creado por decreto del H. Congreso de la Unión, el tres de febrero de 1824. Su nombre proviene del náhuatl Huaxyacac, que significa “en la nariz de los guajes”.

Está localizado en la región sureste de la República Mexicana. Limita al norte con los estados de Veracruz y Puebla, al sur con el océano Pacífico, al este con el estado de Chiapas y al oeste con el estado de Guerrero.

La superficie territorial de la entidad es de 95 mil 364 kilómetros cuadrados; lo que representa el 4.8% del total nacional. Por su extensión, Oaxaca ocupa el quinto lugar del país después de los estados de Chihuahua, Sonora, Coahuila y Durango.

La entidad posee una superficie náutica de 11 mil 351 kilómetros cuadrados y está ubicado a mil 558 metros sobre el nivel medio del mar.

Por su conformación política, económica y social, Oaxaca cuenta con 8 regiones geoeconómicas: Cañada, Costa, Istmo, Mixteca, Papaloapan, Sierra Norte, Sierra Sur y Valles Centrales; siendo su capital la ciudad de Oaxaca de Juárez, considerada Patrimonio Cultural e Histórico de la Humanidad.

Enmarcado en una complicada y caprichosa orografía, el estado se divide en 570 municipios y en más de 9 mil localidades que gozan variados microclimas que beneficia las actividades productivas de la entidad.

POBLACIÓN:
La población total de Oaxaca asciende a 3.3 millones de habitantes, lo que convierte al estado en una de las 10 entidades federativas del país con mayor densidad poblacional.

Según datos arrojados por los censos de 1995, la población creció a un ritmo de 1.2% anual, es decir que en cada kilómetro cuadrado viven 35 oaxaqueños, cuya edad promedio es de 19 años y el de 51% de la población total son mujeres.

En las regiones del estado conviven 16 grupos etnolingüísticos: amuzgos, chatino, chinanteco, chocho, chontal, cuicateco, huave, ixcateco, mazateco, mixe, mixteco, náhuatl, triqui, zapoteco, zoque y el popoloca en peligro de extinción. Casi dos millones de habitantes indígenas, lo que significa que 6 de cada 10 oaxaqueños pertenecen a algún grupo étnico.

Oaxaca destaca por su pluralidad. Su riqueza cultural y lingüística, reflejada en los dieciséis grupos indígenas que habitan la entidad, es producto de 12 000 años de evolución cultural y de la creatividad de sus habitantes. Principalmente a través de la cultura zapoteca del Clásico y la mixteca del Posclásico, en sus respectivos apogeos, conocemos la historia prehispánica de Oaxaca. Una visión más completa tendría que tomar en cuenta no sólo a estas dos culturas sino también el desarrollo paulatino y a veces no espectacular de todos los grupos oaxaqueños.

PRIMEROS POBLADORES: 10000-2000 A. C.
Hace unos 12000 años, grupos de seres humanos llegaron al Nuevo Mundo procedentes de Asia, estableciéndose en América del Norte. Su expansión subsiguiente los llevó hacia el sur del continente, dejando en Oaxaca, como evidencia más antigua, una punta de lanza de piedra lasqueada similar en estilo a los implementos utilizados durante la cultura Clovis para cazar animales ahora extintos.
ALDEAS: 1600-500 A. C.


Aproximadamente en 1600 a. C. se establecieron en Oaxaca, en particular en los sitios del Valle de Etla (San José Mogote, Hacienda Blanca y Tierras Largas), las primeras aldeas sedentarias, donde podían quedarse todo el año gracias a las plantas cultivables y a la técnica del almacenamiento.

CIUDADES TEMPRANAS: 500 A. C. – 250 D. P.
La fundación, en 500 a. c. de Monte Alban, posiblemente la primera ciudad del Nuevo Mundo, marcó el inicio de una etapa que se caracteriza por comunidades con varios miles de habitantes, la construcción de monumentales edificios de piedra, el uso del calendario y la escritura, así como la diferenciación social entre grupos sociales. Monte Albán creció rápidamente a 15 000 habitantes y dominó a las demás comunidades del Valle de Oaxaca, convirtiéndose, por más de mil años, en el centro más importante de la cultura zapoteca.

CENTRO URBANOS TARDIOS: 280-800 D. C.
Monte Alban siguió creciendo hasta alcanzar una población de 25 000 – 30 000 habitantes distribuidos en un área de mas de seis kilómetros cuadrados. La construcción de edificios monumentales continuó y se establecieron otros centros de segundo rango en el Valle de Oaxaca, como, por ejemplo, Lambityeco, Cerro de las Campanas (Guijazo), Mitla y Yagul que eran, en esta época comunidades de tercer rango, creándose así una jerarquía de asentamientos y poder.

CIUDADES-ESTADO: 1200-1521 D. C.
A partir de 1200 d. C. se inició en Oaxaca, como en otras áreas mesoamericanas, un gran florecimiento cultural (el Posclásico o etapa de ciudades-Estado) caracterizado por una nueva forma del calendario, símbolos mesoamericanos en la escritura y el uso por la élite de códices, objetos de metal, adornos de turquesa y otras piedras preciosas, y cerámica polícroma.

Oaxaca mantiene incógnitas arqueológicas y sólo gracias a los esfuerzos de muchos investigadores ha sido posible armar un esbozo de la secuencia cultural general y hablar de varias regiones. Queda muchísimo trabajo para el futuro y próximas investigaciones en regiones no documentadas enriquecerán, todavía más, el conocimiento de una región de diversidad casi inimaginable.

Compilación: Alicia Álvarez Balanzar
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Fuentes:
-Gobierno del Estado de Oaxaca.

-Secretaria de Educación Pública, Libros de Texto Gratuitos, Mèxico Antiguo, “Oaxaca Panorama Arqueológico”, Mèxico, 1995, pág. 96.