lunes, 29 de octubre de 2012

DÍA DE MUERTOS



Autor: Dr. José Rafael Castillo Quezada


Mero a laj doce del día

llegan loj fielej diJuntos

se escucha la cueterÌa

y celebramos todoJ juntoj



Para ofrenda en cada casa

la tradición es eterna

de papaya la conserva

o de melón calabaza



Cempasúchil puso abuela

el pan de muerto y el mole

un teconte con memelaj

ticazoj y nicuatole



El día de todoj loj santoj

el jícaro del panteón

se rebolea de emoción

escuchando al chile frito

lo mismo un bello danzón,

un buen vals, o un corridito

que ejtremejca el corazón

de nuestroj fielej difuntos



Y ahí muertos y vivos juntos

celebran con alegría

de todo el año su día

con todo el pueblo bendito



Ya el chimijco trai la neque

los gajñotes remojando

y las corbaj tembelèquej

hasta dejarlos bien pandos.



Y al día siguiente la cruda

ahí loj andan sabaneando

loj remedioj recetando

dejde aguardiente hajta ruda



Y por fin todo ha acabado

en día de todoj loj santos

otro año abandonado

el paciente camposanto.









sábado, 15 de septiembre de 2012

Santa María Asunción, Guerrero


Barrio Nuevo: Formación y Transformación

Rosalío Damián Navarrete

A principios de los años 60s empezó a formarse el Barrio Nuevo de Santa María Asunción (municipio de Ometepec, Gro.). Le pusieron el nombre de "nuevo" porque ya existían otros barrios a pesar de que el pueblo no era muy grande. Pero se dice que aún cuando ese barrio ya se iba a formar, antes ya habían algunas viviendas algo dispersas unas de otras.

En una de éstas vivía Marcial Damián y algunos de sus hijos, en otra vivía Don Alberto Martínez casado con Doña Jovita Alejandro, padres de Florinda, Betillo, Apolonia, Galdina, Sabina y Crisóforo. En otra vivienda más al norte están asentadas hasta la fecha las casas donde vivían los famosos hermanos Ramos (Agustín, Nacho y Efrén) y en otra más que construyó el finado Efrén Montaño Ibarra, papá del Maestro Nico, Víctor, Beto y Güencho Montaño.

El terreno donde se asentó el Barrio Nuevo, es quizá la única parte plana más extensa de los terrenos pertenecientes a Santa María. En éstos tiempos ya la hubiéramos querido para hacer ahí un campo de fut-bol, pero entonces la gente de ahí no conocía ese deporte.

Los barrios en Santa María eran varios entre los que destacaban el de "El Centro","Cuerámaro" y "Pénjamo". Estos dos últimos bautizados así por la muchachada de los años 50s extraída la idea por una canción de Pedro Infante que decía "Ya vamos llegando a Pénjamo".

También cerca del centro del pueblo hay otros dos barrios que son el Barrio del Tepeyac, por estar sus casas debajo del cerro del mismo nombre y el barrio de La Pilita, porque ahí estaba un pozo profundo donde la gente acudía a abastecerse de agua para uso doméstico.

Una vez formado el Barrio Nuevo las personas se abastecían de agua en el famoso Pozo Guamile. Todo el día había gente ahí esperando llenar sus cubetas o sus cántaros, principalmente muchachas de familia hijas de Adolfo Morán, Millo Damián, Galdino Cristóbal y Lillo Tlacamama.

En ese pozo de poca agua el vital líquido salía de entre las piedras, era un agua limpia y cristalina. Yo también iba al agua con mi cubeta del número 8, cuyo contenido apenas alcanzaba para darle de beber a una familia en el almuerzo o la comida, el agua era escasa, aún no había agua potable entubada porque aun no había llegado "el progreso" a Santa María.

Las familias que formaron el Barrio Nuevo estaban integradas por Hipólito Pérez Díaz, ciudadano que llegó del Rancho Cuananchinicha a casarse con Doña Paulita Reyes; además, Mariquita Cristóbal, mamá de Lencho "gallinas", Alfredo, Francisco, Reyna y Dámaso, quienes algunos de ellos todavía viven en el Pueblo y en el barrio. También hicieron ahí sus casas los jóvenes de ese tiempo hijos de Don Marcial Damián (Emigdio, Indalecio y Benjamín de apellidos Damián de la Cruz), también asentaron sus viviendas Angelito Onofre, Guillermo Onofre, Galdino Cristóbal Montaño, Florinda y Alberta Martínez, Francisco Ramos Ventura ( Chico Quemau), Luis Martínez "Tlacamama" el matancero y Don Narno Martínez.

Con el tiempo el barrio fue creciendo y transformándose, pues en un principio algunas casas se construyeron con materiales de la localidad tales como adobe y zacate construidos ahí mismo, ya que la tierra se presta para hacer esos materiales y también teja y ladrillos. La fábrica de estos materiales se convirtió en una de las principales fuentes de empleo e ingresos, en Santa María.

Se recuerda que a mediados de la formación del barrio los niños de ese tiempo jugaban un papel importante en el otorgamiento de vida, pues salían a jugar todas las tardes después de las cinco. Unos solían construir sus propios papalotes, otros jugaban a las canicas con el "tiro" pero otros jugaban al "rombo" y otros más al "tiro mundo". Otro grupo de infantes jugaban a "la gallina porpujada", "la base" y "burrión burrión".

En ese tiempo era fundamental el respeto a la gente mayor, pues con el solo hecho de ser una persona de edad avanzada se le saludaba con la palabra "tío" o "tía" no importando si era de la familia o no.

Hoy el barrio se ha estado transformando porque para empezar han llegado a asentarse al lugar personas de otros pueblos, ha crecido bastante porque también han ido formando familia los hijos de los primeros pobladores y luego porque donde se habían construido humildes viviendas de jaulilla (hecha a base de palos, varas y lodo enjarrado) ahora se visualizan construcciones hechas a base de material (cemento, ladrillos, varillas y ventanas de vidrio) con todas las comodidades urbanas. Atribuible este hecho a que algunos de los habitantes de Santa María han emigrado a trabajar a los Estados Unidos, donde han hecho algún buen capital y lo invierten en dichas construcciones.

Sin embargo, si algún día visitas el barrio te encontrarás con la misma cordialidad, hospitalidad y ofrecimiento de amistad que su gente te ofrece. Dicen los que saben que persona que un día visita el barrio nuevo de Santa María lo vuelve a visitar porque su gente es cariñosa, sincera y honesta; además de que en el pueblo se cocinan las comidas más sabrosas de la región, pues lo mismo puedes disfrutar de un rico Chilate (bebida fresca a base de cacao y azúcar) que degustar unos tamales de carne cruda de marrano o un sabroso guiso de "baso relleno" en el almuerzo.

Eso sí, la gente es muy dada a los sentimientos por su sinceridad: si alguien te da la mano, con el mismo afecto debes ofrecer la tuya, si no, hasta pueden llorar de sentimiento por la no correspondencia.

¡Esto es parte de mi pueblo!



 

viernes, 13 de julio de 2012

LIBRADA MERLIN GARCÍA

(Heroína de la Revolución Mexicana)

JAIME LÓPEZ JIMÉNEZ
Librada Merlín García.- Nació en Ometepec, Guerrero, el 16 de noviembre de 1883; fueron sus padres don Rafael Merlín Castellanos y doña Ambrosia García de Merlín, originarios de Las Iguanas en este municipio.
Desde muy pequeña, librada pasaba los fines de semana con sus familiares en Las Iguanas con quienes compartía las actividades de la pesca y caza; de ahí que desde corta edad fuera diestra en el manejo de escopetas y rifles calibres 22. A los 16 años de edad, contrajo matrimonio con el señor Primitivo Acosta, procreando a su única hija de nombre Isaura Acosta Merlín, con quien vivió en Ometepec.
En 1910 falleció su esposo, y la joven Librada se dedicó a preparar y vender alimentos en el mercado de la cabecera municipal; y, al mismo tiempo asistía a los soldados municipales y del gobierno estatal, con la comida diaria. Aquí hizo amistad con el Jefe de Plaza, Teniente Coronel Manuel García; y de cuyo cuartel entraba y salía como en su casa.

El 17 de abril de 1911, se inicia el movimiento maderista en Ometepec, por Enrique Añorve Díaz, Manuel Centurión, Ambrosio Figueroa y Mariano Romero. Filemón Nolazco encabezó el grupo de Igualapa; Marcos Morales el de Acatepec; Rafael Guillén el de Ometepec y Teodoro Aguirre el de Cuajinicuilapa.

Librada Merlín simpatizó y colaboró al lado de los revolucionarios, y el día en que los maderistas tomaron la plaza, Librada Merlín jugó un papel muy importante al sustraer sigilosamente parque suficiente del cuartel porfirista, para repartirlos a los revolucionarios. El Tte. Coronel Manuel García murió en el evento.
El 10 de mayo siguiente se logró la toma de Acapulco para la causa maderistas, encabezada por el general Enrique Añorve Díaz; y Librada Merlín se incorporó y participó en el evento armado, recibiendo un rozón de bala en la frente que le dejó cicatriz perpetua.

Se tiene conocimiento que antes de la caída de Madero, a doña Librada Merlín García se le otorgó el grado de capitán primero; cuyo nombramiento existe en los archivos de la organización “Veteranos de la Revolución Mexicana”.

El 16 de marzo de 1964, doña Librada falleció en Ometepec a consecuencia de quemaduras en la piel; ya que un familiar le daba fricción de alcohol para remediar algunas dolencias, y de manera imprudente una persona entró a su habitación con una veladora prendida, ocasionando que el fuego invadiera su cuerpo. Fue sepultada en el Panteón Municipal de Ometepec, Guerrero.
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lunes, 7 de mayo de 2012

CANTO CRIOLLO

A la feria de Guerrero en Chilpancingo, 1939.
Autor: Rubén  Mora
I
¡Feria de luz y alegría!
morena feria de amor,
morena por tu color,
morena porque eres mía,
de tu boca de sandía,
voy a beberme el sabor
que me matan de calor
tus ojos de mediodía.

En tu canto de sirena,
tu espíritu aventurero
tiene encendido un lucero

para disipar la pena
en esta noche serena
del Estado de Guerrero.

II
Como una fiesta pagana,
luce Taxco en tus aretes
y te besa los cachetes
con besos de filigrana.

Acapulco se engalana
con sus líricos ribetes,
poniendo en tus brazaletes
las perlas de su Bocana.

Gentil sanmarqueña guapa
que te vistes de acateca,
va tu gracia cuautepeca

por la margen del Huacapa
y te arreboza Chilapa
con brisas de Amojileca.

III

Puso Iguala, en el escote
Florido de tu camisa,
la trigarante divisa
de su espíritu quijote.

Y tu agradecimiento el mote
que tu bello pecho irisa,
le has pagado una sonrisa
que sabe a chicozapote.

Sonrisas de primavera
como flores en dislate,
mariposas de zoyate

que riegas por dondequiera,
han tejido la quimera
del iris de tu petate.

IV

Tengo una yegua retinta
que he marcado en Juchitán,
un sombrero de Acatlán
y un ayuteco de cinta.

Es una culebra pinta
la tinta de mi gabán,
se lo robé a Petatlán
en una feria distinta.

Sobre la verde mantilla
de una esperanza  barata,
llevo pendiente una reata

de fibra de lechuguilla
que en los tientos de mi silla,
parece un rollo de plata.

V

Primor de luz de lucero,
lunada de luna llena,
estrella de nochebuena
del Estado de Guerrero.

Tienes un gusto de acero
que le dio muerte a mi pena,
porque en  tu tierra morena
el dolor es extranjero.

Mi pobre espíritu renco
que siempre vivió de ensueño,
se ha vuelto alegre y risueño

y en la silla de su penco,
carga un cariño mostrenco
que anda buscando a su dueño.

VI

¡Feria de luz y alegría!
morena feria de amor,
morena por tu color,
morena porque eres mía,

Ometepec no sabría
soñar un sueño mejor
aunque ha sido un soñador
de sueños de fantasía…

¡Que bonito es Chilpancingo
cuando sales de paseo!
Al bajar de San Mateo

La mañana del domingo,
hasta el agua de Apancingo
se embellece, si te veo…

VII

El toreo es un fandango
adonde tus ojos van,
persiguiendo el loco afán
de olvidarse de su rango.

Allí anda Quechultenango
en un caballo alazán,
y hay toros de Mochitlán,
y novillos de Zumpango.

Cuando vas a Colotlipa,
bajo tardes nazarenas,
con su encanto te enajenas

y la pena se disipa
naufragando en la chiripa
del Río Azul de mis venas.

VIII

Si vamos bajo la luna
de un artificio tixteco,
veremos quemarse en fleco
la rueda de su fortuna.

La noche parece una
laguna azul de embeleco
y hay un bajo tlapaneco
que canta en esa laguna.

Y hay un arpa que se empeña,
con un empeño creciente,
en presentar a la gente,

sobre una artesa pequeña,
a la chilena costeña
y al son de Tierra Caliente.

IX

En la noche hay un derroche
de tenues notas amargas,
y son dos miradas largas
los dos fanales de un coche.

Mientras desatan el broche
de sus pupilas letargas,
Margarito Damián Vargas
pasa tocando en la noche…

Sobre pisadas descalzas
se ha marchado la boruca…
la luna prendió a su nuca

collares de perlas falsas
y yo, camino del Balsas,
te llevo rumbo a Coyuca.

X

Emociones de mi arteria
Se me fueron a escapar
Para poderse robar
El corazón de la feria.

Y tu espíritu y materia
me lo dieron a guardar…
¡Yo me lo voy a llevar,
Para espantar la miseria!

Dentro de un cofre esculpido
con lacas de Olinalá,
lo llevo bien escondido

y lo he de  sembrar allá
para ver si  se me dá
bajo el amor del ejido.

Marzo de 1939.